El Social Selling es decirle “adiós” a la puerta fría y “hola” a las relaciones cercanas con los clientes. Se trata de dejar de vender y pasar a que te compren. Consiste en el uso de las redes sociales para hacer branding y conectar con nuestro público, generando así leads, con el consecuente incremento de las ventas. Es un modelo que asegura la sostenibilidad de la compañía.
Solo a la puerta de nuestro target
El Social Selling pone fin al inefectivo “puerta a puerta”. Dirigirse a nuestro público objetivo en lugar de a la totalidad del mercado incrementa la eficiencia de nuestro trabajo. Se trata de aportar valor, existir y ser relevante para nuestros potenciales compradores. Esto pasa por crear contenido interesante para nuestro público objetivo, de esta manera, estableceremos una relación más cercana y directa con el target, lo que hará que valoren más positivamente nuestra marca y, por tanto, la prefieran a otras. Para lograr este propósito, grupos expertos implementan estrategias de marketing de contenidos, branding y comunicación alineadas con las inquietudes y deseos de nuestro público objetivo.
Incremento de la importancia del Social Selling
Implementar una estrategia de Social Selling adecuada es fundamental y además nada complejo. En una sociedad digital en la que las redes sociales tienen un peso cada vez más importante, es vital que las empresas se adapten al nuevo paradigma y se diferencien de la competencia. El consumidor actual, informado y empoderado; valora las empresas que le dan información, son transparentes, se preocupan por sus intereses y crean contenido relevante; esto les permite conectar con ellas y ganarse su confianza, cada más difícil de conseguir.
Además, el tiempo de los consumidores es muy limitado, cada vez son más reacios a recibir visitas e, incluso, las pueden vivir como algo negativo. El Social Selling soluciona este problema, ya que permite al consumidor disfrutar de contenido relevante donde y cuando quiera; creando así una imagen positiva en su mente. Además, la creación de perfiles corporativos en las redes sociales, favorece el desarrollo de un sentimiento de comunidad y pertenencia, buscado por naturaleza por el ser humano.
Otras ventajas del Social Selling
El Social Selling puede hacer mucho por tu negocio. Como hemos dicho anteriormente, supone el fin de la “puerta fría” y nos permite vincularnos emocionalmente con el consumidor; con las consecuencias positivas que estos dos factores acarrean: incremento de la efectividad (al poder relacionarnos con más de una persona a la vez con un coste medio mucho más bajo). Pero los beneficios del Social Selling no acaban aquí:
El Social Selling nos permite dotar de personalidad a la marca. Dejamos de ser una entidad para ser un grupo de personas que trabajan conjuntamente por lo intereses del consumidor. Consecuentemente, el cliente tendrá una imagen positiva de la empresa y se sentirá vinculado con ella.
Además, el Social Selling nos permite conocer con exactitud quién es nuestro buyer persona y llegar a él de forma rápida y sencilla. Por ejemplo, los perfiles de LinkedIn muestran datos personales de sus usuarios (como su ámbito de trabajo o puesto desempeñado), lo que nos permite perfilar con detalle a nuestro público y filtrar los resultados para dirigirnos a quién de verdad nos interesa, reduciendo el gasto de tiempo y dinero.
La creación de buen contenido, mejorará progresivamente la reputación de la marca y, por tanto, la imagen que tiene el consumidor de nuestra empresa. Las buenas prácticas de Social Selling pueden convertirnos en referentes en el sector; ganando así la confianza y lealtad del target.
El Social Selling es una herramienta fundamental en los tiempos actuales para conseguir captar leads con éxito y eficiencia y, así, aumentar las ventas. Es la hora del medio digital. Es la hora del Social Selling.