La pandemia de COVID-19 ha llegado a cada rincón y ha cambiado la vida. Estos cambios también afectan a la forma de consumir. El gran impacto que ha tenido (y tiene) la crisis del coronavirus, ha cambiado a las personas drásticamente: su forma de pensar, relacionarse, comportarse, etc. En este contexto, encontramos un nuevo tipo de consumidor, bastante diferente al que encontrábamos hace unos meses, influido por la crisis del COVID. Así las cosas, resulta fundamental que las empresas se adapten al consumidor post COVID y a las necesidades y demandas de este nuevo consumidor.
En líneas generales, podemos decir que la pandemia en la que vivimos ha hecho que los cambios, que en principio iban a ser progresivos, se produzcan de un plumazo; es decir, antes de la pandemia existían algunas tendencias que parecía que iban a imponerse con el paso de los años; el confinamiento y la crisis ha hecho que estas tendencias se impongan en cuestión de meses. En un contexto tan incierto y volátil, resultado fundamental conocer las características principales que del consumidor post COVID, para poder adaptarse a ellas lo más rápido posible:
Consumidor digital
El miedo al contagio y el cierre de muchos establecimientos durante distintos momentos de la pandemia ha hecho que los consumidores realicen cada vez más compras a través de internet. La posibilidad de realizar las compras desde casa, sin necesidad de desplazarse al punto de venta y, por tanto, la reducción del contacto social, ha hecho que esta sea la opción preferida por muchos consumidores. Además, durante el confinamiento también ha sido la única opción para la compra en algunos negocios, como los textiles.
Pero no solo la compra de bienes se ha digitalizado, también la de servicios (en la medida de lo posible). Así, la pandemia de COVID-19 ha hecho aumentar enormemente la compra de servicios online, como aquellos relacionados con el deporte o la enseñanza.
Cambios en la forma de desplazarnos
La crisis provocada por la COVID-19 y la consecuente búsqueda del distanciamiento social ha afectado también a la forma de movernos. Así, se ha producido una gran disminución de los medios de transporte público en beneficio del transporte privado. El motivo de este cambio es la búsqueda y preocupación por la salud, que hoy ha pasado al primer plano.
Diferente comportamiento de compra
El consumidor post COVID también ha cambiado su forma de consumir y su relación con las marcas. Una de las principales características observadas es la búsqueda de una buena relación calidad-precio, este nuevo consumidor otorga una gran importancia a obtener el máximo valor del dinero que gasta. Así, también ha bajado la lealtad a las marcas, en un mundo cambiante, el consumidor se muestra más dispuesto a probar cosas diferentes.
Otro rasgo a destacar es la preferencia por los productos y establecimientos locales, en señal de apoyo a estos comercios (que viven una difícil situación) y dada la mayor confianza que generan en el consumidor.
Estos son los principales cambios que ha sufrido el consumidor, pero nada asegura que no vayan a producirse aún más o si estos continuarán en el futuro o si, por el contrario, volverá a las viejas costumbres. El consumidor post COVID es cambiante e incierto, por ello, es necesario estar muy atento a los cambios para poder adaptarse a ellos lo más rápido posible. ¿Te ayudamos a hacerlo?